En un lugar vecino al que se conoce como “Santuario” de El Arrayán, al final del Camino El Cajón (Nº 21.000), comuna de Lo Barnechea, accesible sólo a pie (caminatas - trekking) o a caballo desde la zona de picnic allí existente, por un sendero seguro -construido ad hoc- de 1300 m aproximados (30 min. de marcha liviana), se ha implementado un centro termal, en torno a un afloramiento de aguas temperadas naturales a 20ºC. Allí, desde tiempos inmemoriales lugareños y conocedores ascendían para aprovechar sus aguas de excepcionales propiedades terapéuticas, en especial para la piel, bautizándolos desde ese entonces como Baños de la Cal. En sus alrededores se elevan grandes farellones y una topografía abrupta –semejante a plena cordillera–, de modo inusual para lugares precordilleranos cercanos. Se puede afirmar que no existen otros emplazamientos con estas características tan próximos a nuestra Plaza de Armas en Santiago de Chile. Este paisaje se puede recorrer y explorar por senderos de total seguridad, constituyendo un parque temático muy particular. Estos paseos acceden a una interesante mina de Cal antigua que, junto a varios otros socavones, originó el nombre del lugar. Resulta en un atractivo turismo de cavernas (espeleología). Se encuentra a 10 o 15 min. de los Baños de la Cal. DATOS TÉCNICOS E HISTÓRICOS: Los "Baños de la Cal" pertenecen a una célebre e histórica familia de afloramientos termales, provenientes de muy profundo en la corteza terrestre –2.000 a 3.000 m bajo la superficie, donde sus aguas adquieren notables propiedades terapéuticas y sus componentes minerales; no son de origen volcánico, por lo que no contienen azufre y pueden ser bebidas desde su misma fuente de origen–, que se ubican entre las regiones Metropolitana y 5ª, y afloran masivamente al ascender por el fisuramiento rocoso de la Falla "San Ramón". Por la velocidad de ascensión, todas estas fuentes muy profundas conservan al aflorar, en parte, la temperatura de la profundidad de la corteza terrestre, de donde provienen (35 a 45°C en el origen). Por esto, surgen en toda época del año a una temperatura constante, atípica, alrededor de los 20°C, además de poseer cualidades propias de aguas minerales profundas. Los “Baños de la Cal” son, entre ellos, los únicos que –aunque conocidos y visitados por expertos, cultores asiduos y lugareños desde tiempos inmemoriales– han permanecido ocultos al grueso público, por hallarse agrestes y poco accesibles, y no haber sido, antes de ahora, organizados y dotados de una infraestructura adecuada.